Hazte premium Hazte premium

Música

Antonio Carmona: «Me fui de España para no acabar en "Mira quién salta"»

Tras un silencio discográfico de seis años vuelve con «Obras son amores», un disco en el que rinde homenaje a su padre Juan Habichuela

Antonio Carmona ABC

NACHO SERRANO

El tercer disco en solitario de Antonio Carmona , producido por él mismo junto a Daniel García Diego, son once canciones, once amores. Escritas en soledad o acompañado de amigos, de compañeros de camino como Alejandro Sanz, Fernando Osorio, Claudia Brant, Pablo Rosenberg, Alex Cuba, Luis Enrique o Juan Carmona Jr., entre otros, suponen el regreso del ex Ketama tras un largo parón discográfico. «Desde hace cinco años me he dedicado a contactar y trabajar con artistas, con músicos que admiro en verdaderos actos recíprocos de amor», cuenta Antonio, que nos recibe en el tablao Villa Rosa de la capital.

En este disco es palmero, tocaor, percusionista, comopositor, cantante, productor... ¿es su trabajo más polifacético?

Sí, falta electricista (risas), que alguna vez tuve que arreglar algo en el estudio. La percusión me viene de cuando mi padre me regaló un bongó, cuando era pequeño. Luego empecé con la guitarra, y después, cuando terminé en Ketama, empezaron a irse los cantantes uno detrás de otro y un día me dijeron que me tocaba a mí. Al princiio dije que no, que estaba muy a gustito a lo mío con mi percusión, pero me tocó la china (risas), y ahí acabé. Ser polifacético es lo natural para mí.

Durante estos seis años, tampoco es que haya estado precisamente parado.

No, he hecho muchas cosas. He pasado cuatro años en América, he hecho una pila de colaboraciones, he estado de gira, participé en el programa de televisión A mi manera, con Manolo Tena... Qué pena lo de Manolo. Nadie se lo imaginaba, ya no tenía otro vicio que el tabaco, pero al parecer ya estaba bastante malito cuando grabamos el programa. No se notó para nada, era un cachondo... Un tio rápido e inteligente.

La bulería «La higuera» es un homenaje a sus padres, ¿cómo surgió esa letra?

Recordando a mis padres en Marbella, enamorados y guapísimos los dos, morenos y radiantes, con los olores de las higueras que hay por allí. Me acordé de ese momento y de muchos otros, como cuando mi padre llegaba a casa a las cuatro de la mañana con artistas (risas), con Camarón, con Chocolate... mi madre se ponía hacer tortilla de patatas para todos... Cuando hacíamos eso en nuestra casa de Madrid, en Campamento, las paredes eran así de finitas y los vecinos al día siguiente nos decían: "Joe vaya juerga os pegasteis ayer, ¿no".

Alejandro Sanz es uno de los colaboradores estrella, ¿cómo fue la creación de la canción «Dame luz»?

Muy natural, porque cada vez que quedamos para tomar una caña, o para comernos un arroz, siempre, siempre acabamos tocando y cantando música. Agarramos las guitarras, recordamos los temas de Lole y Manuel... Tenemos una relación de más de veinte años, siempre hemos tenido una vinculación muy especial.

La canción «Mencanta» es el homenaje más explícito a su padre, pero su figura flota en todo el ambiente del disco.

Sí, mi padre está dando vueltas por ahí en todas las canciones, y además, todas están compuestas en compañía de una guitarra, y mi padre era guitarrista. Mi padre ha sido un templo para mí, he bebido de su música, me ha enseñado a vivir, a transmitir, a compartir, me ha enseñado todo. Las manías... todo. Fue un bonito tributo que su hijo y su nieto se la cantaran antes de que se muriera. Esperó hasta que la tuvimos compuesta, y en cuanto se la tocamos, se fue. Literal.

¿Por qué vivió fuera de España durante varios años?

Porque aquí hay mucha amnesia cultural. Se olvidan de lo que los artistas han hecho enseguida. Eso en América no es así, allí ya no es sólola gente, sino también los músicos. Todos me siguen considerando una institución, pero en España, llegó un momento en el que me dije, ¿qué es lo que me queda? ¿Acabar en "Mira quién salta", haciendo el ridículo tirándome a una piscina? De eso nada. Por eso me marché.

Creo que la canción más bonita del disco es «Vida».

Yo también lo creo. Trata sobre un guerrero que no tuvo la suerte que se merecía. Está dedicada a un sobrino mío, que se fue antes de tiempo. Desde que le diagnosticaron su enfermedad duró dos años el pobrecito, por un cáncer de médula. La vida se lo llevo muy rápido, en dos años nada más. Se murió con 23 años, pero lo recuerdo como a mi padre, sin un sentimiento trágico. Quiero que cuando la gente escuche esta canción recapacite, recuerde, y piense en sus seres queridos, en su imagen, su olor. Quiere que piense en los ocho millones de mayores que tenemos en nuestro país, muchos de ellos solos, con alzheimer como mi padre. Quiero transmitir para tocar el corazón. A mi sobrino le vi todos los días de mi vida, y de repente se me fue, me lo quitaron, teniendo una niña chica además. Tengo una foto de los así de grande en mi casa, y de vez en cuando la miro y le digo: «Oye, ayúdame desde donde estés, que yo voy a ayudar a tu familia».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación